Llegue a la calle en la que tras algunas investigaciones nada... "ilegales", por supuesto. Se encontraba la casa del chico que había conocido en el examen. La calle era bastante estrecha, oscura y siniestra. Mejor dicho un callejón húmedo y mal oliente. Mi ropa oscura no ayudaba mucho con aquello realmente. Parecía un asesino o algo por el estilo. O por lo canijo que soy un niño demasiado descarado por un lugar peligroso. Llegue a la única puerta que había en todo el callejón. Era una especie de casa o mansión enorme, con aspecto antiguo, quizás gótico.
Las ventanas de algunos pisos estaban rescrebrajadas. Y la ausencia de luz contribuía a un aspecto aún más de lugar encantado. De recuerdos. Sonriendo algo jodido también llame a la puerta tentando valiente y divertido a la suerte. *Toc toc toc*

Estaba en el baño, duchándome. Hasta que oí mi puerta. ¿Quién sería? Nadie me visitaba, así que sólamente podía ser una persona: él. Salí rápidamente de la ducha, en ropa interior y con una toalla que tapaba poco mi cuerpo. Abrí la puerta, suspirando.

Tal como temía...era él. Mi reacción cambió a una sonrísa, pícara y algo malvada. Con aire embriagador a la vez. - Oh...qué sorpresa verte por aquí. Estaba duchándome...- dije tentadoramente, quitándome la toalla y dejándola colgada. - Pasa...- susurré, sonríendo como podía. Haciéndome a un lado para que pudiera pasar. - Espero que tu estancia por aquí...sea...- me guardé la palabra final, dejándolo en intriga.

Era inútil todo acto de intentar no parecer sorprendido que intentase. Mi boca se había quedado entreabierta, y mis ojos clavados en su mandíbula, ojos... Pelo y en definitiva perdiéndose en algunos momentos de reojo pero.muy descaradamente hasta su torso y hasta donde se convertía en ropa. Cuando alfin reaccióne mi gesto de asombro pasó a una sonrisa burlona. Entre en el edificio, dándole la espalda, estaba teniendo que hacer demasiados esfuerzos por que mi parte no reaccionase. Aunque un leve bulto en mi pantalon había aparecido, no abultada demasiado. No estaba controlandome tan mal después de todo.
Burlandome algo de el decidí retomar.su conversación. -Jajaja... Que lástima... Si hubiese llegado antes podría averte ayudado a bañarte... Al menos a frotarte la espalda. Jajaja- Lance una navaja a su lado haciéndole un corte en la mejilla. -¿Sea?- Recogí mi navaja, casi sin poder por mi escasa fuerza

El atrevimiento del chico era bastante...provocador para mi. Sonreí aún mas provocativamente al oír su comentario, el de frotarme...sonaba muy bien. Me quité la sangre de la mejilla, con el dorso de mi mano, levemente molesto. ¿Me hizo daño? Parecía totalmente un niño, tapado por su atrevimiento y picardia. Pero yo le iba a sacar su lado verdadero, ese lado tierno...sincero y tímido. Me encantaba. Empecé soltando algo que quizá le hiciese reaccionar más, ya que se podía notar levemente un bulto en su pantalón. - Quizá podrías frotarme otra cosa...- susurré en el oído de éste, aprovechando que se tenía que agachar para recojer el cuchillo. Rozando mi miembro totalmente erguido por el culo de él. Volviéndose a su estado normal después. Era autocontrol. Se separó de él, cerrando la puerta. - Ya no escaparás...- rió, en forma de burla, o quizá, en otro tono. No se podía saber exactamente. - Debería de terminar de ducharme...

Al.escuchar sus palabras y sentir el contacto de... "aquello" mi parte reaccióno por completo y me corté un poco con la navaja en uno de los dedos. La sorpresa.fue tal que la fuerza ejercida hizo salir de un tirón la navaja de la pared. La guarde mientras un goteron de sudor caía por mi mejilla. -Jajaja... A que.te refieres?- Pregunté intentando vacilar un poco o bromear. Pero.mi voz algo temblorosa denotaba que era mezcla de miedo y nervios. Trague saliva, andando intentando que no se viera nada. -Si, sería buena idea yo te espero mejor aquí. Prefiero no ver nada más. Jajaja- Disimule algo más tranquilo al menos por fuerza. Aunque un poco de rojez persistía en mis mejillas

La actitud del chico me encantaba. Su pregunta fue ignorada, viendo como se colocaba en mi casa. - Estás en la tuya, también....- me acerqué a el, antes de irme a la ducha de nuevo, lamiéndole la mejilla. - Ah y...deberías de cortarte un poco...o mejor dicho, a tu "eso"...- me dirigí a la ducha, pro siguiendo con lo que tenía que hacer. Deseaba que viniese él, deseaba que apareciese por la puerta...¿lo haría? Me desnudé otra vez totalmente, mientras que mi atributo crecía en su máximo esplender. Me relamí bastante ancioso.

Mis mejillas se habían puesto escarlatas, a contraste con mi blanquecina piel. Pese a mis.intentos el chico había notado mi estado. Pero... Sus.acciones... Su lengua...Me lleve la mano a mi mejilla medio atontado y muy nervioso grite. -¡Si estoy en mi casa puedo pensar en chicasss libremente!- No creía que aquello colase después de "eso" que abultaba en mi pantalon. Pero... El lo estaba haciendo adrede. Eso debía significar algo... O puedo que sólo le gustase torturarme. Me quedé mirando mis pantalones y apreté un poco en el dando sobre mi parte. -¡Aiiwwww!- No pude evitar gritar un poco al sentir un estraño escalofrío. Nunca me había tocado... De la manera en la que casi todos los chicos. El rojo me poseyo aún más y decidí ir a mirar.dejándome llevar un poco por la curiosidad. Abrí la puerta tragando saliva antes, observando atraves de la cortina a medio abrir. Había mucho vapor y apenas podía ver. Lo cual hacia que mi corazón casi se parase de nervios y algo de miedo.

-¿Ho-hola?-

Notaba exactamente la presencia de aquel "uke" reprimido...parecía que tenía dudas sobre su sexualidad, o simplemente...era homosexual pero algo reprimido. Sin duda alguna, me estaba poniendo a cien, no, a mil. Aquella inseguridad pero a la vez seguridad fingida, me volvía loco. Completamente loco y desquiciado. No había hecho.."eso" nunca, pero algo aquí me llevaba a hacerlo. Y con él. Seguí enjobonándome, ignorando su presencia. Comencé a aclararme cada vez más ereccionado, con más excitacón encima, casi sin poder evitarlo...hasta que me imagine como se sentiría...- Es imposible...- puse el agua caliente. - ...Tsk...- murmurré para mi mismo, esperando alguna acción para aprovechar algo. Aprovechar para verle, para que me viese mi gran herramienta, y que, latía por él. Pero a parte de atracción física, me atraía su personalidad, como nadie me había atraído jamás. Era único en el mundo.

Hacia demasiado calor para soportar la chaqueta que siempre solía llevar. Asi que me la quite y la.deje sobre el lavabo. -Ufff, waaaa!!!- El vapor hizo que tropezara callendo.de culo dentro.de la bañera. Enrollado algo.con la cortina, pero entreviendo su.cuerpo al levantar la vista. Mis mejillas y todo mi.cuerpo en si.se puso rojo casi al extremo. No sabía que decir. Sólo mantuve mi boca entre abierta temblando, y en mi pantalon ahora empapado se podía notar ya sin reprimendas todo. -awwm...- Me quedé mirándolo extasiado de excitación.

Le vi con una ligera sonrisa. - Además de mirón...- suspiré, dándome la vuelta y viéndole. Teniendo cuidado de no darle con mi miembro. - Torpe, encima. - suspiré, algo angustiado. No sabía como actúar ahora mismo...- ¿Y qué haces aquí? - pero verle así, sentadito, rojito por el calor, por la situación aún más incluso. No pude con mis ganas, con mi excitación. Le agarré, cogiéndole y poniéndole contra la pared, acercándome rápidamente a él. - ¿Sabes lo qué se siente...? - le susurré lenta y provocativamente a su oído, poniendo mi cuerpo algo contra el y luego separándome. - ¿Crees que...te gustan los hombres? Porque a tu "amigo"....al parecer, sí...y mucho. - le saboreé los labios una vez, besándole el cuello seguidamente, esperando a continuacón su reacción.

Quede completamente en shock, al.principio.sus preguntas y afirmaciones habían.sido.bastante normales y tenía prevista.una buena escusa para todas, pero.después...-Claro.que no.me gustan, jajaja... Me aplastas- Rei perdiendo un poco la respiración cuando sentí sus labios en los míos y luego en mi cuello. -Ah...¿ah?- Mi parte reaccionó instintivamente y sentí un extraño escozor en ella, el corazón me latía demasiado fuerte. Apoye mi cabeza contra la pared humedecida, completamente sonrojado. -No... No... Nunca... Siquiera me eh... Tocado...- No sabía por que daba explicaciones no sabía si dolo quería aprovecharse de la situación o reírse de que me gustasen los.chicos...El no parecía "como yo". Sino el chico que se tiraba a todas sin ningún problema. Y el físico desde luego le ayudaría.

Sonreí a pesar de todo, mirando su pequeñito miembro. - Bueno....si no te gustan los chicos...- suspiré, apartándome, totalmente de forma fingida. - ...Como a mi...- marqué muy decisivamente, para que supiese que no mentía, que era verdad. - No sé que haces aquí....ni porqué "él" está así. - le susurré al oído muy suavemente, lamiendo el lóbulo con lentitud, provocándole excitación, mientras que mordía el contorno de su orejita. Me separé una vez más, mientras que el agua de la ducha, pasaba por todo mi torso levemente marchado, recorriendo todo hasta mi miembro, de dimensiones bastante anchas y grandes. - ¿Y...entonces...? - puse mis brazos a un costado de la cabeza de él, mientras éstos, sus bíceps, se marcaban, y me acercaba de nuevo a él, rozando mis labios con los de él.

Si no le gustaban lis chicos, me preguntaba por que me hacía esto. Pero ya era inútil que me lo preguntará, mire sus brazos.sonrojandome más y correspondi al beso.con bastante.torpeza. -No se... Yo... Escuche un ruido y quise saber si estabas bien... Y me resbale... Y ahora.... Soy una persona...Supongo que aunque no me gusten los chicos, el... No haber echo nada nunca hace que sienta demasiado con cualquier cosa....- Me excusé, mientras apartaba un poco mi pantalon apegado. -Pe ..pero y tu? Por que me haces esto?- Parecía querer funfirme con la pared por la vergüenza

No me gustaba su reacción de negarse a su "polo" sexual. Me frustaba que no lo admitiese. Pero en algún momento explotará. Mostré una sonrísa fría y calculadora. - ¿Entonces...me equivoqué? - me separé, antes acariciando sus mejillas con mis brazos. - ¿Yo..? - reí levemente. - La respuesta está clara. Me pones. - dije mirándole seriamente. - Y eso es lo que me hace descontrolarme...es la primera vez que me pasa a tal grado. - le rodeé con mi mirada, relamiendo mis labios unas cuantas veces. Quería tocarle, que fuera mi presa.

-Di.un paso más hacia atrás mientras que miraba.hacia su parte muy sonrojado. Mis mejillas terminaron de colorearse y. Le mire a los ojos.sin saber si.suplicaba que hiciese algo o que me hiciese despertar de aquellos. -Bu-bueno... Yo...- baje mis manos hasta el.broche de mi pantalon forcejeando con el hasta abrirlo. Mirando hacia abajo.completamente rojo. -Su... Supongo que...- No podía terminar, no podía decirlo. Así que por que no.cambiar de tema. -No debería frotarte.... La espald....- Me quedé callado recordando el tacto de su parte en mi y todo mi cuerpo enrojecio y mi piel se erizó.

Sonreí muy provocativamente, apoyándome ahora yo en la pared. - Deberías de "frotarme" otra cosa...- señalé mi miembro, totalmente erecto y duro. - Yo no puedo hacerlo solo...- le recriminé. - Y no tengo a nadie que lo haga, solo a ti. - hice algún puchero de pena, como fingido, esperando su reacción. Por ahora estaba bien, al fin lo descubrió, descubrió que es homosexual, y no se debe de redimir en ello. No tiene nada que malo. Me relamí nuevamente, cerrando mis ojos e imaginándome como entraría por su...Paré de pensar. - No, no puedo pensar aún en éso...- murmurré para mi mismo.

Le mire completamente avergonzado, era tan atractivo, sexi, y a la vez estaba siendo tan caballero conmigo aunque rudo. Mire su parte y lleve un dedo a mi boca humedeciendolo, y luego toque directamente su punta. Se sentía extraño. Estaba muy dura y resbaladiza... Ardía ¿Sería por el agua caliente? Me preocupe y con algo de tristeza enfríe un poco el agua, no quería que se quemase. Titubee por un momento pero sus gestos y su cuerpo eran irresistibles. Con mi mano acaricie el principio.de si parte con algo de.torpeza, nervioso de no estarlo haciendo bien... Apenas sabía. Por lo que pensé que si me acercaba quizás fuese más sencillo. Me.puse de rodillas frente a continuando algo más rápido ahora. . El chico aun tenía los ojos.cerrados. Y sin casi darme cuenta la.velocidad de "aquello" aumentó muchísimo, ya que su miembro estaba tan duro que apenas podía.moverlo. Una especie de líquido salía de el salía, haciendo ruido. Y en uno.de los movimientos me salpica, manchandome la cara, debajo.del ojo. La mejilla y un poco mis labios. Al sorprenderme.y escocerme el ojo un poquito agachando la.cabeza.y frotando mi ojito. - Aish...- Me queje, sin darme cuenta de que su parte estaba contra.mi mejilla. Mi pantalon tenía una mancha.blanquecina en el, aunque.yo no.sabía que.era. Aún intentaba asumir.que un chico me estaba haciendo sentir.

Las manos mágicas de Izaya me hacían perder cada vez más el control, cada vez más me enloquecía. Cada vez sentía más placer...y, cada vez, sentía mas necesidad de hacer una cosa en particular. Sin más demora, le agarré de la cabeza fuertemente. - Pronto te vas a frotar otra cosa...del placer y dolor. - le dije, subiéndole el cuerpo a mi altura y susurrándole con delicadeza y placer. Le coloqué la cabeza contra la pared de la ducha, totalmente húmeda mientras nuestros cuerpos se ensuciaban cada vez más. Le besé el lateral del cuello, rozando mi punta totalmente erecta contra el ano de él. Era pequeño y frágil, tanto como su cuerpo. Con decisión y firmeza, penetré hasta el fondo, hasta que a mi, incluso, me dolió. - Ah...- dejé escapar en forma de suspiro.

Mi miembro se puso totalmente más erecto, haciendo que algo de sangre saliese por los lados de mi miembro y alrededor dle ano de él. Me volvía loco. Mi miembro pedía más y más, más de él, llegar hasta más el fondo. E hice caso a mis instintos, a mis ganas, arqueando mi espalda hacia adelante, chocando mi torso contra la espalda de Izaya. Parecía un muñequito, indefenso...pero era MI muñeco, MI ano, MI boca, MIS labios. Mi todo. Alejé mis caderas lo más posible del cuerpo de él, luego juntándolas, chocando contra las nalgas de Izaya, llegando a penetrar más al fondo que antes. Comenzando a mover a una velocidad leve. La sangre saltaba, y yo, por algún extraño motivo, besaba y buscaba los labios de Izaya. A la vez que le acaricia lentamente el torso.

Al principio cuando senti su uerpo echarse hacia detras temble, atemorizado y mis labios esbozaron unas letras. //S..hiz...// Entre abriendo mis ojos, que brillaron aun un poco temerosos al sentir el tanto de shizuo al contacto con mi piel. -¿Ah?- Cuando sus labios tocaron los mios, mis ojos buscaron los suyos abriendose de par en par brillantes, y una sensacion calida recorrio todo mi cuerpo. Tras unos breves segundos los cerre del todo, dejandome llevar por lo que sentia, no tenia sentido negarme... Mi rojez le pertenecia, al igual que todo lo demas... ahora y despues de tanta sangre... se podia confirmar que mi primera vez... Pese a la dulzura el placer iba hacuiendo gran mella en mi y entre abri la boca varias veces en el beso para gemir de manera algo precipitada, consumido de placer.
Apoye mi fente con la suya apretando bastante mis ojos y mis manos en la pared, a la vez que el sudor y mis gemidos iban aumentando.

Apoyé mis manos a los lados de los de Izaya. Puse mi cuerpo más contra el de él, empezando a sentir cada roce que él hacia...pero...
Comencé a moverme ahora, por el placer y junto a la dulzura, totalmente enloquecido y provocándole placer por todo el cuerpo. Ya que al moverme, rozaba violentamente el cuerpo de mi Izaya, causando una fricción totalmente dulce y a la vez placentera. Logrando ya abrir por completo el ano y permitiendo que mi miembro se pusiese más duro y grande, ocupando absolutamente todo en él. Busqué la lengua de Izaya para contrarrestarla con la mía y prohibiéndole gemir, solo pudiendo gemir como suspiros ahogados, más dulces. Mis manos comenzaron a moverse por las mejillas, penetrando más al fondo y consiguiendo más placer.